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martes, 14 de abril de 2015

Escribiéndole a Eduardo Galeano


La verdad es que desde hace un par de días tenía ganas de escribir algo sobre este señor que más que un señor era un padre de la patria, de latinoamerica; incansable luchador de los derechos a ser un pueblo unido por algo más que la sangre caliente, los rostros morenos y la lengua impuesta pero que con mucho orgullo portamos. Tenía muchas ganas de que de mis pensamientos nacieran unas palabras que retumbaran más en mi persona que en los ojos u oidos de los demás. Pero la verdad no me salió nada de lo que me sintiera muy orgulloso, así que me acordé de una carta que le escribe el Subcomandante Marcos hace muchos años el la que le dice que le escribe sólo porque tiene ganas de escribirle. Así que creo que puedo darme el derecho de compartir estas letras con ustedes sólo por el simple echo de acordarme de él y -querer- escribirle algo, aunque en realidad no haya salido nada de mi.


2 de mayo de 1995

A: Eduardo Galeano.
Montevideo, Uruguay.

De: Subcomandante Insurgente Marcos
Montañas del Sureste Mexicano. Chiapas, México.

Señor Galeano:

Le escribo porque... porque me dieron ganas de escribirle. Porque ya pasó el día del niño acá en México y se me ocurre que a usted le puedo platicar lo que acá pasa, en un día del niño, en medio de una guerra sorda. Le escribo porque no tengo ninguna razón para hacerlo y, entonces, puedo así contarle lo que pasa o lo que me viene a la cabeza, sin la preocupación de que no se me vaya a olvidar el motivo de la carta. Porque sí, pues..

Lo que yo quiero es contarle un cuento para que usted lo cuente:

Me enseñó el Viejo Antonio que uno es tan grande como el enemigo que escoge para luchar, y que uno es tan pequeño como grande el miedo que se tenga. "Elige un enemigo grande y esto te obligará a crecer para poder enfrentarlo. Achica tu miedo porque, si él crece, tú te harás pequeño", me dijo el Viejo Antonio una tarde de mayo y lluvia, en esa hora en que reinan el tabaco y la palabra.

El gobierno le teme al pueblo de México, por eso tiene tantos soldados y policías. Tiene un miedo muy grande. En consecuencia, es muy pequeño. Nosotros le tenemos miedo al olvido, al que hemos ido achicando a fuerza de dolor y sangre. Somos, por tanto, grandes.

Cuéntelo usted en algún escrito. Ponga que se lo contó el Viejo Antonio. Todos hemos tenido, alguna vez, un Viejo Antonio. Pero si usted no lo tuvo, yo le presto el mío por esta vez.

Cuente usted que los indígenas de sureste mexicano achican su miedo para hacerse grandes, y escogen enemigos descomunales para obligarse a crecer y ser mejores.

Esa es la idea, estoy seguro que usted encontrará mejores palabras para contarlo. Escoja usted una noche de lluvia, relámpagos y viento. Verá cómo el cuento sale así nomás, como un dibujito que se pone a bailar y a dar calor a los corazones que para eso son los bailes y los corazones.

Vale. Salud y un muñequito sonriente, como ésos con los que firma.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos


P.D. de advertencia policiaca. Es mi deber informarle que soy, para el supremo gobierno de México, un delincuente. Por lo tanto mi correspondencia puede ser implicatoria.
Le ruego que se grabe usted el contenido de la presente, es decir, la encomienda que suplica, y destrúyala inmediatamente. Si el papel fuera de chicle, le recomendaría que lo comiera y, masticando, se pusiera a hacer esas bombitas de chicle que tanto escandalizan a las buenas conciencias, y que demuestran la falta de urbanidad y educación de quien las hace.
Aunque hay algunos que las hacen con la esperanza de que una de las bombitas sea lo suficientemente grande como para llevarlo a uno de esa ruta luminosa que, allá arriba, se alarga... como se alargan el dolor y la esperanza sobre el cielo de nuestra América.

P.D. improbable. Salude usted de mi parte, si lo ve, al tal Benedetti. Dígale usted, por favor, que sus letras, puestas por mi boca en el oído de una mujer, arrancaron alguna vez un suspiro como esos que echan a andar a la humanidad entera.



"Si la naturaleza fuera un barco ya habría sido salvada." Eduardo Galeano 1940-2015 q.e.p.d.





Imagen:  http://muhimu.es/wp-content/uploads/2015/04/frase-solo-los-tontos-creen-que-el-silencio-es-un-vacio-no-esta-vacio-nunca-y-a-veces-la-mejor-eduardo-galeano-112592.jpg

2 comentarios:

  1. linda carta... me gustaría saber que pensó él al recibirla....

    nunca leí a este señor, ¿estoy en falta no? salu2 master....

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  2. La verdad he de confesarte que yo tampoco lo leí mucho, llegué a leer muchas cosas de él en las que hablaba de latinoamerica y la opresión que esta tenía del sistema imperialista exterior, pero nada en concreto. Sin duda es una gran perdida para el mundo.

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