Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

viernes, 30 de diciembre de 2016

(XVI)


-Cuando intentaba salir de la habitación porque creía que él estaba durmiendo me preguntó que a dónde iba. Yo no supe que contestarle porque, al fin de cuentas él ha sido tan bueno conmigo y yo, me quedé ahí muda y él sólo me dijo: "Has lo que tengas que hacer". Yo me acerqué para decirle que no era lo que pensaba, que yo sólo quería hablar contigo, pero luego él me dijo que ya había sido mucho lo que nos habíamos ayudado y que no tenía que preocuparme más. Me dijo que él pronto se iría y que no quería que me quedara sola. Él sabe todo sobre tí, lo importante que eres y has sido todo este tiempo para mi, en mi vida, en silencio sin que tú lo supieras. Lo conocí hace poco más de un año. Estaba en un viaje de negocios, una especie de convención como esta, yo había vuelto de voluntaria al hospital, tenía que empezar a rehacer mi vida, esperando que tú volvieras un año después, aunque eso fuera muy poco probable que pasara. Entonces lo conocí a él, llegó un día a la clínica y no salió ya, por lo menos no consciente, mientras se tomaba estudios él venía todos los días y nos hicimos amigos, después él también fue voluntario y ayudó mucho al lugar. Cuando llegaron los resultado el resultado fue fatal y no pudo soportarlo, cáncer terminal, en sólo un par de semanas él ya no era el mismo, no tenía ni fuerzas para levantarse de la cama e ir al baño, sus socios le rogaban que se tratara en una clínica especializada en Nueva York, pero él dijo que no iría sin mi. Entonces, un par de días antes a nuestro día, al día que nos volveríamos a reunir, nos fuimos. Lo acompañé en los días malos y en los ya no tan malos, cuando mejoró, me dijo que necesitaba alguien que lo cuidara el tiempo que estuviera en este mundo, que no sería mucho, pues aunque la enfermedad está controlada y no sufre ahora, está muriendo. Así que él me dijo que mi paga sería toda su fortuna, aunque jamás lo hice por eso, él ha sido junto contigo una de las pocas personas que no me han tratado con delicadeza por lo que me pasó, quizá porque me conocieron después de lo sucedido, pero estoy en deuda con él, y él conmigo. Así es, pero.
-¿Lo quieres?
-Claro que lo quiero. Pero a ti te amo.
Me quedé en silencio mientras ella estaba sobre mi pecho, acariciaba su cabello, contemplaba su color, era difícil definirlo realmente, pero me encantaba. Ella empezó a reír y me abrazaba más. volteó a mirarme y acariciándome también el pelo me preguntó:




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