Producciones "La Vieja Escuela" Presentan:

lunes, 19 de marzo de 2018

¡No me olvides, por favor!


Hace unos días me fui al Centro Cultural La Paz a ver una exposición que desde que vi anunciada en el Facebook del recinto llamó mi atención. En su sala de exposiciones temporales tenían esta muestra fotográfica llamada "¡No me olvides, por favor!" del artista Mikel Archila, la cual constaba de dos salas, en la primera había una serie de fotografías de personas desnudas de la parte del dorso con un aspecto melancólico y triste y que parece dicen adiós, en la misma incluso hay un espejo donde uno se puede ver a si mismo como ellos, quizá mas triste y melancólico que las personas encerradas en esos retratos.

Pero la segunda sala me parece le roba el protagonismo a la primera sin demeritar el trabajo del artista, ya que la segunda sala, que hace al espectador mas participativo y lo involucra, haciendo de esta experiencia interactiva, nos adentramos a una sala de paredes blancas con mensajes, palabras y nombres de las personas que han visitado la exposición en las que escriben los nombres de las personas a las que les piden que no los olviden, engalanada con la figura espectral y bastante poderosa de este fantasma que presume ser el que ha escrito todo en las paredes de esta habitación. (Esta figura me recordó montones a la grandiosa película A Ghost Story de David Lowery, interesante sería saber si el artista conoce la película y si la conoce que tan influenciado se vio con ella) Pero es imposible sólo entrar en ella y escribir sobre una parte de las paredes, una persona como yo con esta capacidad receptiva y creadora como la que tengo empieza a leer lo que las demás personas han escrito y empieza a involucrarse y a imaginar que personas pudieron haber escrito en ellas, pensar que podría ser cualquier persona que te encuentras en tu camino, en la calle, incluso algún amigo o familiar, ves en la paredes nombres de personas que por el simple nombre te hacen recordar a otras personas con el mismo nombre, aunque no sean ellas las de la pared. Y otros que dejan mensajes muy pequeños que nadie podría descifrar, como un nombre corto que podría ser el de cualquier mujer, o la inicial del nombre de otra chica. Una exposición que te pone a flor de piel la naturaleza del ser humano, el temor a la muerte, que nos muestra la muerte desde la perspectiva del que se queda sufriendo, de aquel al que la violencia, la enfermedad, el destino repentino o el suicidio ve interrumpida la vida de los seres amados, incluso del que se se pierde a si mismo por la depresión, por los malos ratos.













La foto que más me transmitió de la exposición.
No crean que se me movió el celular a la hora de tomar la foto, es que así quería tomarla, porque al final de cuentas, quien soy yo, si no existo, si sólo soy la figura representada del fantasma que algún día recordarán. Pero a diferencia de lo que pide toda la gente, yo no te pido que no me olvides, yo te pido que me olvides, te lo exijo, ¡olvídame! Pero jamás olvides todo lo que vivimos. Y ve en ellos sólo a una la figura de alguien que te amo, sin rostro, sólo con emociones y los sentimientos que en ti provocó. En el muro he escrito dos nombre, esos me los reservo sólo para mi, y para quien los pueda leer. 




2 comentarios:

  1. Interesante.
    La otra foto, la inmediata arriba de la que te salió movida, transmite mucho.
    Abrazo

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  2. Precisamente por eso la publiqué Frodo, de todas las expuestas fue la que mas me conmovió.
    Abrazo.

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